Ryohan había quedado con un brillo de tristeza en sus ojos. No podía creer por todo lo que habían pasado hasta ahora los habitantes de la llanura.
-…No puede ser…Por eso Sabure estaba tan impaciente, el ya no quiere perder a nadie.-Está completamente consumido por el odio. Desde ese momento él ha entrenado, ha luchado; y ahora sus poderes crecieron, junto con su fuerza y habilidades. De pequeño ya era capaz de matar solo con sus garras y colmillos ¡Y yo quiero creer que puede derrotarlos a todos, pero no es así!…No quiero perderlo. Dona estaba al borde del llanto mientras apretaba los dientes.
Entonces, Ryohan le da un pequeño empujón cuando se para a su lado.-Vamos, yo tampoco quiero dejarlo solo en esta batalla. Es un buen tipo, y muy valiente. Muestra una sonrisa tranquila y ojos calmados.
Dona le sonríe y reanudan la carrera, ella nota que el semblante de aquel chico reflejaba enojo y determinación. No pudo evitar sentirse agradecida.
-Muchas…snif, muchas gracias…Ryohan.
Fue un tono leve, pero logro escucharla, pensó que nunca diría su nombre.
Una horda de ciempiés estaba moviéndose sin parar, hasta que sintieron un aumento en su peso. Era Sabure, corriendo y preparando un golpe directo; conectándolo y cortando a los afectados, mandando a volar a los más cercanos. Así inicio un feroz ataque de cortes, arañazos y hasta una mordida trituradora. Sabure trago lo que pudo y escupió asqueado.
-Horrible… ¡Bien insectos! ¡Vengan y los aplastare a todos! ¡¿Qué esperan?! ¡Vengan y peleen! ¡Los destruiré! ¡Rwaaa!
Se reanudo nuevamente el combate, con cortes y mordidas llenas de ira, pero el número de enemigos era grande y difícil de matar. Sabure potencio su zona de gravedad para que se quedarán inmóviles; logro destrozar a muchos, pero seguían llegando y él empezó a recibir daños también. No lo parecía, pero tenía ya unos cuantos cortes y heridas de tenazas. Podía soportarlas y sobrevivir a las toxinas, pero no si eran constantes.
-¿Creen que pueden acabar conmigo solo porque son muchos? ¡Me desayuno basuras más grandes que ustedes todos los días!
Salta y sigue golpeando, y en uno de sus empujones vio que venían los más grandes. Poniendo así, una sonrisa llena de furia.
-Ya apareció la verdadera plaga. Ya es hora de… ¡Aaah! ¡Maldición! ¡Insectos desgraciados!
Algunos aprovecharon que bajo la guardia para morderlo, los aplasto para poder ir por los gigantes. Los atrapo pero no podría mantenerlo con todos los pequeños atacándolo.
-No me detendré, no me detendré…Los destruiré a todos, agh…Yo lo lograré [Puedo hacerlo, no caeré aquí, yo seré el jefe algún día. No poder derrotar a unos insectos significaría]… ¡Que no lo merezco! ¡Aaah!
Uno de los ciempiés gigantes se estaba acercando a Sabure, logro aprovechar el leve momento de flaqueza. Sabure, aun envuelto en insectos, no iba a bajar su guardia. Estaba dispuesto a darlo todo.
-Ay, que muchacho, te ayudare.
Sabure creyó que lo imagino. Esa era la vos de su padre, quien salto y mostro una de las razones por las que era el jefe.
-¡Zarpazo Imparable! Galat movió la cuchilla de su escudo. La potencia del movimiento genero una ráfaga cortante, el ciempiés atacante perdió más de la mitad de su cabeza, haciendo retroceder al otro y los que estaban cerca. En ese momento, Dona lanzó su flecha cargada, destrozando al insecto debajo de su mandíbula
-Agh, yo podía con…ellos, no tienen por… ¡Aw, oye!
Recibió un cabezazo de parte de Galat. -Muchacho idiota. Mira, sé que quieres derrotarlos, yo también; tal vez más que tú. Pero lanzarte como loco y gastar toda tu fuerza no resolverá nada.
Sabure aparta la mirada, y Dona se acerca.
-Todos queremos acabar con ellos, destruyeron nuestras tierras. Y a muchos de los nuestros.
Ella se pone junto a Galat y entonces Sabure ve que muchos vinieron a luchar, matando a los pequeños y medianos ciempiés.
-Lo ves hijo, no hace falta cargar todo tu mismo, dividamos la carga. Te apoyaremos, al igual que tú lo has estado haciendo.
-Papá.
Entonces Ryohan se adelanta, y usa una ráfaga para acabar con todos los pequeños que puede, y a su vez haciendo retroceder a algunos más grandes. Sabure lo observa sorprendido.
-Yo también pelearé, no hace falta exigirte de más. Lucharemos juntos.
Los tres se acercan a Ryohan y avistan la horda de ciempiés, pero ellos también eran una horda lista para atacar. Galat volteo a ver a todos.
-Los que tenemos habilidades especiales nos ocupamos de los más pesados. Los demás, luchen juntos para eliminar a las plagas; no se confíen solo porque son pequeños. Ese veneno en gran cantidad acabaría con cualquiera, pero no flaquearemos, mostremos el poder de nuestra tribu. Quien ya esté listo ¡Sígame a la batalla!
Todos iban corriendo decididos en un eufórico estruendo de guerra, Galat ve a Sabure y asiente para empezar con sus potentes cortes.
Antes de salir a pelear, Sabure y Dona se miraron y sonrieron.
-Lo siento. Y gracias.
-Para eso estoy, bueno, hora de demostrar mi puntería. Prepárate también, jefe. Le hace una sonrisa burlona y va al ataque.
Sabure sonríe y se prepara para otra ronda, Ryohan camina junto a él.
-Gracias por venir, buena suerte.
-Lo mismo digo, por cierto. Toma esto. Ryohan desata uno de los emblemas, específicamente, el que brillaba.
-¿Y por qué me das eso?
-Créeme, te será útil, solo tú puedes usarlo.
Sabure estaba confundido, pero no se veía como un simple accesorio. Al final accedió y lo tomo; ese brillo marrón se intensificó y poco a poco se desvaneció, Sabure se lo coloco en el cuello.
-¿Este medallón tiene algún truco o algo así?
-Te lo explicare después, vamos. Es hora de luchar.
Ambos asienten firmemente y se lanzan al combate, listos para todo. Había batallas en todos lados, solo paraban de golpear cuando ya no se movían. Ryohan ayudo a Galat a cortar a uno y Sabure hizo caer a otro que estaba medio enterrado, permitiendo a Dona destrozar su cabeza. Ahora tenían el control y avanzaban.
El rey estaba observando oculto como la situación se complicaba, para él.
-Imposible, mis bebes están siendo derrotados ¿Qué hago? Si siguen avanzando lo destruirán todo y estaré acabado…no me queda de otra.
Dicho eso, se escabullo bajo tierra. Mientras los nativos avanzaban, Sabure intentaba encontrar el nido de ciempiés.
-Tiene que estar en algún lugar, pero con el mismo olor esparcido en todas direcciones es muy difícil localizarlo.
-Si tuviéramos un buen punto de mira podríamos darnos una idea de donde salen.
-Puedo hacer eso, detendré a uno gigante y lo usarás como punto de apoyo.
-¿En serio?
-Créeme, puedo hacerlo.
Ryohan asiente y ejecutan el plan de Sabure, Logrando tener en la mira una formación rocosa donde se veían más ciempiés.
-Ya lo vi, es en esa dirección. Un poco a la derecha, hay una cueva.
-Tengamos cuidado, podrían estar algunos enterrados alrededor.
-De acuerdo, pero ¿Ellos estarán bien?
-Los están dominando, descuida.
Con eso dicho, se pusieron en marcha hacia la cueva, vigilando que no los tomaran por sorpresa. El rey los detectó y se movió discretamente hacia ellos.
-No llegarán muy lejos, vamos mis bebes. Ellos son su comida.
Se movieron hacia un pozo oculto. En ese momento, Ryohan y Sabure estaban cada vez más cerca, observando y escuchando, en busca de un enemigo.
-Esto esta…resultando muy fácil. [Demasiado, es muy raro]
-Sí, esperaba que hubiera al menos unos… ¡Agh!
La tierra se iba hundiendo y se iban deslizando hacia el centro. Ryohan detecta algunos bultos emergiendo.
-¡Cuidado, Sabure!
Logra evadir a uno y lo destroza de una mordida, empiezan a saltar hacia ellos para envenenarlos.
-Sabía que no podía ser tan fácil.
-Tenemos que salir de aquí o nos hundirán.
Sabure clava sus garras para trepar.
-¡Salta a mi espalda, tendremos que aguantar algunos ataques! ¡Pero nos sacare!
Ryohan asiente y cuando está a punto de saltar, del centro de la trampa de arena sale el rey ciempiés, que ve a Sabure y se dirige hacia el para matarlo. Ryohan esta impactado.
-¡Muere, asesino de bebés! ¡Ha, ha, ha!
-Ah… [¿Quién es ese? Imposible, no hay forma de que sea un ciempiés]
Sabure es atrapado y estampado contra la arena.
-¡Rwaar, Maldición! ¡Desgraciado!
-Te convertiré en nutrientes para mis bebes ¡Aaah, ha, ha!
Empieza a babear sobre Sabure, y cuando empieza a expandir su hocico, siente un dolor punzante.
¡Aaah, aaah! ¿Q…Que está pasando? ¿Qué?
Ryohan se aferró a un costado de su cuerpo largo y empezó a arrancarle las patas.
-Suéltalo ¡Ahora mismo! Arranca otra pata y la usa para apuñalarlo en sus heridas.
-¡Aaah! ¡Aléjate! ¡Quítate de mí! El rey se retuerce de dolor y levanta más su cuerpo, Ryohan aprovecha eso para salir del pozo. Sabure observa y aprovecha para trepar por el hasta su forma humanoide.
-Te hare pagar por todos los de mi tribu que mataste ¡Rwaaa!
Lo muerde, lo rasguña y lo ataca de todas las formas que puede, el rey se levantó más y se estampo contra el suelo. Sabure lo soltó en el impacto, el rey escapo hacia la cueva, su cuerpo se va acortando. Ryohan corre hacia Sabure, apartando a los pequeños ciempiés.
-¡Sabure, resiste! Vamos, te ayudo a levantarte.
Logra levantarse y van matando a los insectos que quedan, por suerte no hay muchos grandes. Sabure va por su lanza que estaba en el hoyo de arena.
¿Seguro que estás bien? Fue un golpe muy duro, al menos así se escuchó.
-No te preocupes, solo fue un golpe, en serio. Gracias por la ayuda, pero, sí que me sorprendes. Lo atacaste de una forma muy loca.
-Su cuerpo es largo y estaba desprotegido, era fácil atacarlo.
Ambos sonríen, Ryohan señala la cueva y Sabure asiente, van caminando a ella. Sabure sacude la cabeza por el olor.
-¡Uff! Este lugar apesta, esta es sin duda su base.
-Sí, yo también lo puedo sentir. Si para mi es insoportable, tú debes estar muriéndote.
-He, he, he, tranquilo, estoy bien. Sabure cambia su semblante sonriente a uno más serio. -Cuando lo vuelva a encontrar lo matare, de todas formas ya está herido, no podrá escapar.
Ryohan parpadea lentamente y mira a Sabure.-Es un demonio, necesitas hacerle un daño constante y con mucho poder; o se regenerara y estará como nuevo.
-¿En serio? ¿Podrá recuperarse de todo lo que le hice?
-Sí, esta vez debemos ir con todo…no dejaremos que escape.
Sabure nota cierto enojo en la voz de Ryohan, y se pone firme.
-Por supuesto que no escapará, es el momento que eh esperado por mucho tiempo. Dejarlo escapar ahora sería un error que lamentaría de por vida.
Ambos se afirman y se mentalizan para el combate.
-Gracias por tu ayuda.
-No te preocupes.
-Vamos.
-Si.
Los dos sonríen y se ponen a correr hasta el fondo de la cueva.
En un rincón el rey se estaba curando.
-Maldición, no solo debo tratar con ese salvaje, sino que también debo tratar con un mitad humano, mitad demonio ¡Ah! ¿De dónde salió?
Mira cómo se van cerrando sus heridas, y luego se asusta cuando escucha los pasos apresurados de alguien, sus enemigos llegaron a su nido. El rey estaba nervioso.
-Ugh [no debo preocuparme, estoy bien oculto en las sombras, y mi olor se mezcla con el de mis bebes. No les será fácil encontrarme, puedo curarme en paz].
Sabure y Ryohan observan el lugar lleno de huevos y cascarones vacíos, permanecen alerta y empuñan sus armas, listas para cualquier ataque.
Sabure clava su lanza al suelo y se mueve lentamente hacia un lado.
-¿Sabure?
Sabure destruye un huevo. Ryohan y el rey abren los ojos impactados.
-No se quedara quieto si empezamos a destruir sus huevos. De todas formas cuando nazcan tendría que acabar con ellos, no hay razón para sentirse mal por ellos.
Ryohan baja la mirada y después asiente empuñando su espada, susurrando un leve “lo siento” y rompiendo varios huevos. El rey se va alterando hasta que Sabure queda cerca de su escondite y salta enfurecido hacia él. Antes de alcanzarlo Ryohan lo logra golpear, Sabure reacciona y va por su lanza.
-¡Retrocede Ryohan! ¡Gravity Impact!
Ryohan se deja empujar y el rey se estrella contra el piso.
-Ma… ¡Maldito salvaje!
-¡Blood Slash!
El impacto sacude el lugar, Sabure apunta su lanza hacia el dañado rey, Ryohan se sorprende que resistiera su ataque.
-No me contuve, es un tipo muy resistente.
-Pero ni él puede resistir tanto. Y ahora, es tiempo de acabar.
-…N…no… [No acabara así…después de…todo el trabajo que eh hecho aquí…] ¡No acabara así!
Sabure estaba listo para asestar el último golpe, pero entonces, el rey irradio mucha energía de un momento a otro; haciendo retorcer su cuerpo, estampando a Ryohan y rasgando a Sabure en el proceso.
La cueva está siendo destruida por él, ahora enorme rey, quien desarrollo una forma más grande y con rasgos más remarcados de insecto en su torso, sobre todo sus ojos y boca. El estruendo es detectable para los guerreros que luchaban en otra zona.
- ¡No se distraigan! ¡Acabemos aquí y luego iremos al campo de batalla principal! Dicho eso, la batalla continuo.
El rey se retorcía mientras se adaptaba a su liberación de poder, mirando con odio a Ryohan y Sabure. -Van a lamentar esto, no dejare que sigan dañando a mis bebés. Levanta todas sus patas y las agita rápidamente. -¡Se convertirán en su alimento! Nuevamente se lanza al ataque y los chicos se mueven como pueden.
-¡Maldito! ten cuidado Ry…
-¡Ugh! Ryohan es enredado por la punta de la cola del rey.
-¡Ryohan! Allá voy… ¡Agh! Sabure recibe un golpe en el brazo que lo quema -¿Qué es esto?
-Recibe mi furia a través de mis fluidos ácidos. Dijo el rey, mirando con rabia a Sabure levantando sus garras que escurrían un líquido verdoso y algo espeso. –Te disolveré todo lo que pueda con esto, y luego te convertiré en papilla en mi estómago. Se limpia la baba de su hocico, las gotas que caen dejan pequeños hoyos en el suelo rocoso. -Más vale que estés preparado.
-Sabure… Esto…no puede seguir…así. Ryohan respira profundamente y cruza los brazos.
- ¡Muere salvaje! El rey se lanza hacia Sabure, quien trata de usar su poder en el pero retuerce su cuerpo y se acerca sin problemas. -¡Despídete! Ha, ha, h… ¡Aaah! El rey se retuerce al sentir como su cola es destrozada. T…tú.
-[Pride Armor, Bronze Mode]. Toma su espada y rompe todo lo que logra alcanzar.
-¡Estate Quieto! Te comeré luego de… ¡Grrrr! Recibe un golpe de parte de la lanza de Sabure directo en la clavícula. -Es inútil, mi exoesqueleto se vuelve más duro cuando uso todo mi poder, sobretodo la parte superior ¡Tú nunca podrás lastimarme ahora! ¡Salvaje que solo sirve de alimento! Al terminar de hablar, noto como Sabure empezó a gruñir y sintió como aumentaba el peso de la lanza - ¿Eh? ¡Aaah! Es empujado hacia abajo y es cortado hasta la cadera –No… ¡No es posible! ¡¿Cómo pasa esto?! Y así termina estrellado contra el suelo. Cuando trata de levantarse Ryohan lo apuñala con su espada. ¡Ah! ¡No puede ser! ¡Mi caparazón es como una armadura! ¡No hay forma de que puedan atravesarla! [¿Quién es ese tipo espadachín?]. Siente como alguien se pone encima de él, era Sabure.
-Fuu. Sabure respira profundamente mientras clava su lanza en el suelo, mirando con ira al rey. - ¡Rwaaa! Sabure comienza a golpear y arañar al rey ciempiés, denotando todo el enojo dentro de él. - ¡Hoy es el día en que los honrare con tu muerte! ¡Pagaras por todo lo que nos hiciste!
Durante la imparable arremetida, el rey piensa en lo que le pasará si falla. Pasado un corto tiempo, y con el suelo manchado con su sangre y fluidos verdosos reacciona y expande sus destrozadas mandíbulas, emitiendo un sonido desagradable eh inentendible. Ryohan y Sabure no lo soportan y se apartan un poco, cubriéndose con sus armas.
El grito llama la atención de todos los ciempiés de la zona y se dirigen hacia el que lo emite, incluidos los que peleaban con la tribu.
- ¿Qué pasa ahora?
-No lo sé, pero. Ese ruido es insoportable. Se quejaban un zorro y un mapache mientras Dona miraba confundida la situación. Galat se para junto a ella.
- ¿Jefe?
-Parece que esa es la señal de que debemos movernos para el final del combate. Decía con seriedad, Dona lo miraba con algo de incredulidad. -Dona, dales la señal a todos. Los derrotaremos en su propio nido. Galat afirmo y empezó a correr.
-Ah… ¡Sí! ¡Todos, muévanse! ¡Es hora del último asalto! ¡Si todavía pueden pelear, empiecen a correr!
Todos pegan un grito y siguen a su líder.
En la cueva el rey empieza a retorcer su cuerpo y los chicos tratan de resistir todos esos movimientos frenéticos.
- ¡Maldito! ¡Acepta tu muerte de una maldita vez!
-Ey, Sabure. Esto es malo.
- ¡Ya lo sé, así no puedo darle el golpe final!
- ¡Eso no es todo! Sabure se confunde por lo que dice. -¡Está gastando mucha energía en eso! ¡Siento que algo va a pasar!
Después de decir eso, empieza a sentirse un temblor. Los ciempiés empiezan a destrozar la cueva para entrar; al mismo tiempo, los huevos que quedan comienzan a abrirse y desarrollarse a gran velocidad.
Sabure y Ryohan tratan de alejarse lo más que pueden para no ser aplastados por los escombros. De golpe, ven como se abren paso los ciempiés.
-¿Ésta tratando de pedir refuerzos con ese grito? O acaso. Ryohan emite un frio sudor -¿Quiere enterrarnos vivos con él?
Sabure observa a un nervioso Ryohan. Por su mente empiezan a cruzar las personas que ha perdido, sobretodo su madre. -….No. Emite un sonido de miedo y bronca. -¡Lo prometí!.
Ryohan lo mira con algo de sorpresa.
La tribu ya tiene la cueva a la vista, se movilizan sin dudar, pero Galat los detiene al sentir un estruendo constante.
-¡Es peligroso, no se acerquen sin pensar! Debemos prepararnos y. No pudo terminar su oración, ya que la cueva se derrumbó -¡Ah! ¡No puede ser!
Todos quedaron impactados con el derrumbe y el repentino silencio. Empiezan a preocuparse, pero, no como Dona. Ella cae de rodillas por el shock.
-No…no….ah…Sabure, no. Empieza a temblar un poco y sus ojos empiezan a soltar lágrimas. Todos se preocupan a medida que se prolonga el silencio.
-Sabure. Galat va caminando lentamente al derrumbe. -[Mi…muchacho. Mi…mi hijo.] Levanta la garra hacia el derrumbe mientras aprieta con fuerza los dientes.
De sorpresa, algo emerge del derrumbe. Era una criatura de cuerpo alargado que sorprendió a todos. Se trataba del rey, quien estaba cubierto por sus propios fluidos ácidos, emitiendo aquel horrible sonido como si de un rugido se tratara.
Todos se alteraron por el olor de ese ser. Casi por instinto se dieron cuenta de que ese era el causante de todo lo malo que les ha estado ocurriendo.
Todos se afirmaron y emitían un resentido gruñido. No lo pensaron dos veces y empezaron a correr con un dolido grito de guerra hacia ese monstruo; pero en ese momento, salieron dos ráfagas de energía que pusieron a todos en alerta, incluyendo al rey.
-Eso fue una sorpresa. Me alegro por ti, Sabure. Ryohan miraba a Sabure, que portaba una extraña vestimenta, una pequeña armadura. Junto a un semblante serio y algo agotado.
Hace unos momentos, los ciempiés habían destrozado la cueva. Provocando una lluvia de escombros. Uno de los más grandes estaba por caer sobre los dos jóvenes que destrozaron al rey. Entonces, Sabure salto y mantuvo una gran roca como si fuera un escudo, rompiendo sus garras en el proceso.
-¡Agh!
Ryohan miro la hazaña del lobo. Y luego miro impactado como aquellos insectos rodeaban a su rey mientras eran bañados por esos fluidos corrosivos. Tuvo que ignorarlos para prestar atención a su compañero. -Sabure.
-Tranquilo. Dijo aguantando el dolor. -Lo prometí…no moriremos aquí…vamos a sobrevivir. Nadie más va a morir a causa de estos insectos. Ni tu…ni yo ¡Ni nadie más!
Ryohan mira asombrado este suceso y se pone en posición de batalla, empieza a cargar su poder, emitiendo un brillo rojizo. Mientras hace eso, Sabure, sin darse cuenta, empieza a emitir un brillo marrón desde aquel collar.
Finalmente se cae la cueva, el rey escapa. Logro sobrevivir usando su fluido como escudo.
-…. [Mis bebes, perdónenme…era la única forma. Les prometo que…no desperdiciare su fuerza]. Pensaba con tristeza mientras absorbía a sus ciempiés hechos jugo y emitiendo un grito de tristeza. Se percata de cómo se van acercando más enemigos. Justo cuando pensaba en ir por ellos, un levantamiento de rocas lo sorprende.
Usando su poder juntos y con su escudo natural, consiguieron empujar los escombros, quedando a la vista de todos. Aquel joven y aquel lobo lograron escapar y sobrevivir.
-Así que, esto es lo que hace el collar. Me siento extraño. Miraba con curiosidad esa vestimenta que surgió de la nada.
-Sí. Sé que tienes preguntas. Pero, por ahora. Alza su espada y apunta al rey. -Debemos ocuparnos de el de una buena vez, Sabure.
Sabure se agacha y recoge su lanza. -Si…es extraño, pero, justo ahora; me siento invencible. Decía con una sonrisa tranquila. Ryohan le dio una leve sonrisa como respuesta.
Continuara…
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