Caps de los 7

Capítulo 5: Nuevas fronteras para la tribu

 Finalmente estaban cara a cara. Aquella tribu asediada durante años, al fin ve el rostro de su enemigo jurado, solo con una idea en la mente; Liberar esta llanura de su infestación.

Ryohan y Sabure observaban a su enemigo, listos para todo. -Ten cuidado, es difícil de manejar al principio.
-No te preocupes. Truena varios huesos. -Soy muy bueno para adaptarme.
Ambos sonríen y permanecen atentos.
El rey, con una mirada llena de furia, está dispuesto a acabar con cada intruso de su territorio. Esperando a que lancen el primer ataque.
Galat toma todo el aire que puede, se siente una quietud absoluta por un segundo; hasta que se escucha su, en ese momento, barbárica voz.
-¡Ataquen hasta que no puedan más!
Por instinto, todos. Ryohan incluido; Levantan sus armas en un eufórico grito de batalla.
El rey no se queda atrás y lanza otro estridente y agudo grito, lanzando chorros de veneno.
Empiezan a sonar golpes y cortes en su carne, pero ahora se requiere más que solo causarle daño. Debían destruirlo hasta los restos.
Galat, con su agilidad logra salirse del rango de visión del rey. -Ahora sentirás el dolor de los nuestros. Con una fuerte y certera estocada, logra quebrar parte de su cuerpo, y con la mano desnuda, empieza a quebrar una pata que trato de apuñalarlo -¿Esto es todo?
El rey escupía chorros y bolas. Algunos eran ligeramente mojados por ellas, otros eran golpeados de lleno, pero no se doblegaban; desgraciadamente, ese no era el mismo caso para todos.
Algunos no soportaban la peste tan potente, ni la corrosión, acompañada también de un envenenamiento que se clavaba en sus cuerpos como miles de agujas.
Una de las bolas de baba iba a golpear a un pequeño grupo afectado, pero fue reventada por Dona. -¡No lo ataquen de frente! ¡Evadan sus ataques y golpeen las partes alejadas del torso! ¡No hay que darle oportunidad! Decía mientras lanzaba flechas cargadas de forma continua para neutralizar los ataques venenosos. -[Yo también eh mejorado mis habilidades, estas flechas le darán muerte al invasor. No importa si me quedó inmóvil por el cansancio.]
Aquellas palabras movilizaron a los grupos y empezaron su dispersión. Su enemigo era peligroso y resistente, pero a la vez; Fácil de golpear por su tamaño.
-¡Quítate! Gritaba el rey, sacudiendo su cuerpo para sacarse a Galat de su lado; En ese momento, siente como alguien le clavo su arma en su parte inferior más cercana. -¡Tú! ¡Asesino de bebes!
Sabure estaba en posición de lanzamiento por su última acción y después, pisa con fuerza el suelo; Lanzando una mirada furiosa.
-¡Rómpete de una vez! ¡Maldito insecto! Con toda la fuerza que puede, aumenta la gravedad sobre su lanza, provocando un hundimiento en el cuerpo del rey.
Con toda la potencia que puede, empieza a liberar más de su cuerpo, y sin notarlo, un pedazo es arrancado por un ataque de Galat mientras era despedazado por la lanza de Sabure, la cual termino cayendo y hundiéndose por el peso.
-¡Eso no es nada! Expande su hocico y empieza a ascender para desenterrar el resto de su cuerpo, tirando a Galat contra un muro rocoso.
Ignorando el constante dolor en varias partes de su cuerpo, empieza a cargar energía. Haciendo una ráfaga de golpes con su propio cuerpo, retorciéndose y atacando a diestra y siniestra. Muchos son mandados a volar por el impacto.
Ryohan corre hasta donde está la lanza de Sabure y por poco es golpeado.
-Ah, ah. A este ritmo va a dañar a todos, debemos darle un golpe con la suficiente fuerza para provocarle un daño certero. [Pero ¿Cómo?]
Mientras tanto, Galat logra levantarse y toca su espalda. -Bien, solo es un pequeño corte. Ah, ah….Ya no voy a poder moverme tan bien por un rato, entonces. Hace retroceder su navaja y empieza a cargar energía, preparándose para lanzar un ataque final. -Lo pondré todo en esto…el resto depende de ustedes, muchachos. Ve que alguien lanzó un golpe desde un pozo y tiene la lanza de Sabure; al darse cuenta quien es, suelta una pequeña risa.
Sabure espera una oportunidad para saltar al ataque, pero ve a un par de sus compañeros a punto de ser golpeados por el rey y corre sin dudar. No parece que vaya a llegar a tiempo, pero ve que alguien los protege, se trata de Ryohan.
-¡Eeerk! ¿Están bien? Le asienten y se mueven para evitar el daño. Ryohan siente como se hunde, es entonces que Sabure golpea esa parte del rey.
-Bien hecho, gracias. Le muestra una sonrisa a Ryohan.
-Descuida, por cierto. Aquí tienes. Ryohan levanta la lanza. -Es mejor si la usas tú, necesito las dos manos. Dice siendo empujado con más fuerza, llamando la atención del rey; entonces Sabure toma su lanza y se prepara para lanzar un ataque más.
El rey se retuerce y los empuja. Aunque pueda regenerarse, no deja de recibir un corte tras otro, y cada vez es más doloroso regenerar una pata o una parte de coraza.
-Malditos, no crean que tienen ventaja solo por el número. Mira a su alrededor, sus ciempiés no están mejor que él. ¡Mis bebes! [Debo matar a los intrusos que llegaron a la cueva. Sin ellos, su voluntad se desplomará, y finalmente podremos comer en paz. Sí, eso haré.]
Empieza a emitirse un extraño sonido, todo el cuerpo del rey empieza a retorcerse, generando un sonido de roturas constante eh inquietante; así logra lanzar ataques más rápidos y frenéticos.
-Está….hiriéndose a sí mismo. Dona logra notar las grietas en la coraza, y los fragmentos funcionan como pequeñas piedras afiladas. -Ese insecto ¿Esta dispuesto a destruir su propio cuerpo para matarnos? Agh. Siente como algunos fragmentos la rozan. -¡Todos, aléjense! ¡Nos aplastará con ese tamaño y velocidad! ¡Aléjense!
Todos escuchan a Dona y tratan de salir del rango de daño del frenesí, pero, con un rango tan amplio y ya muchos heridos, resulta una tarea casi imposible; Galat quiere ayudar, pero no puede perder su concentración.
Todos estaban comenzando a preocuparse; hasta que, al mismo tiempo, se escucha el golpe de una ráfaga y el estruendo de algo golpeando el suelo. Eran Ryohan y Sabure, quienes  usaban sus poderes y sus armas contra los escombros.
- ¡¿Qué crees que haces?! ¡Estás atacando incluso a tus propios insectos! Grito Ryohan con una gran furia en su voz.
-Esto no pasaría. Levanta la punta de su cola y la avienta contra Ryohan. - ¡Si ustedes no hubieran entrado a mi nido!
Ryohan logra clavar su espada en el suelo para no salir volando, y la espada lo protegió de la mayoría de los fragmentos de coraza que volaron. Sabure aprovecha para lanzar un ataque gravitatorio al rey, casi lo logra, pero la reacción y velocidad del rey no le permiten conectar sus golpes como antes.
-Esto no funciona, necesitamos que se concentre en un solo objetivo, para que no empiece a hacer esos movimientos.
-Concentrarse en un objetivo. Sabure piensa en eso, mientras nota como son pocos los que logran permanecer en el campo de batalla. Aunque su tribu tiene guerreros sobresalientes, no tienen la suficiente fuerza para vencer a un enemigo así. Pero, aún contaba con varios elementos que podrían compensar lo que les falta.
-Oye, escúchame, Ryohan. Dice mientras se quita restos de coraza del cuerpo y sangre de su cara. -Tenemos que darle un objetivo que perseguir, para poder darle el ataque final. Pero, es imposible hacer eso solo nosotros dos, y aún con todos aquí, no se me ocurre nada.
-Todos están haciendo lo que pueden pero, es un enemigo que combina dos cosas muy problemáticas, gran tamaño y velocidad. -[Sí esto sigue así, tendré que utilizar todo mi poder, pero, con un enemigo tan grande, no sé si lograré derrotarlo antes de…] -Uh. Sus pensamientos se detuvieron al notar a Dona y Galat a la distancia. -Tal vez aún podamos….
- ¡Cuidado, Esquívalo! Sabure toma a Ryohan antes de que llegara un nuevo ataque a ellos. -¡Ey! No es momento de soñar despierto.
Ryohan mira a Sabure y se sujeta de su cuello.
- ¿Y ahora qué haces?
- ¡Sabure, corre! Después de decir eso, se acerca al oído de su compañero y empieza a hablarle al oído. -Escucha, creo que tendremos una oportunidad si….
Sabure se prepara y empieza a correr, escuchando con atención el plan de Ryohan.
-¡Ya dejen de correr y acepten su final! El rey empieza a salivar de la rabia y del hambre.
Sabure al fin logra alejarse y sujeta con fuerza a Ryohan por el torso. -¿Estás seguro que quieres hacer esto?
-Si no lo intentamos, todos aquí morirán ¡Quiero que esta pelea termine de una vez! En ese momento, un ciempiés mediano se acerca, y Ryohan, con una precisión rápida, lo corta, molestando al rey por su aparente frialdad. -Confía en mí.
Sabure tiene un temblor y nerviosismo notorio en los ojos, pero al ver que Ryohan no vacila, se recompone. -De acuerdo, si así acabamos con esto, y salimos todos vivos. Lo toma con fuerza y lo lanza de forma ascendente y un poco horizontal. -¡Confiare en ti!
Ryohan sujeta con fuerza su espada y todos lo observan con atención, incluyendo al rey ciempiés, quien cree que planean atacar su parte superior.
-¡Es inútil! Empieza a levantarse para atraparlo.
-¡Dona! ¡Dispárale una de tus flechas a Ryohan! La petición de Sabure hace que Dona quede en shock. -¡No te preocupes! ¡Confía en él!
Sabure empieza a recordar las palabras de Ryohan.
-Si logramos llamar su atención y lo distraemos, creo que Dona y Galat podrían ayudarnos. Sabure mueve un poco la oreja, curioso por lo que dice Ryohan. -Escucha, me convertiré en el señuelo. Necesito que Dona me ayude a subir con una de sus flechas, entonces, aprovechen para atacar al ciempiés.
-¿Estás hablando en serio? Sabure lo mira incrédulo mientras corre. -Si las flechas de Dona te logran golpear mientras estén cargadas, es obvio que no sobrevivirás.
-Descuida. Le muestra su espada. -Puedo utilizar mi espada como un escudo. Aunque no lo parece, es muy resistente; sé que es arriesgado, pero te juro que puedo lograrlo.
Sabure lo duda un momento, pero piensa en lo que ha visto de él en el tiempo que lo conoció y se esfuerza por comprender. -¿Hay algo con lo que pueda ayudarte?
-Si, por favor, lánzame para ganar altura, podrás hacerlo. Recuerda que estás usando el emblema, que ha aumentado tu fuerza; sé que puedes hacerlo.
Recordar eso hizo que Sabure se sintiera más decidido. -¡Por favor, hazlo! ¡Es por el bien de la tribu! ¡Hazlo!
-Por la….tribu. Dona siente un escalofrío recorriendo su espalda y sus manos, temiendo hacerle daño a Ryohan. Sin embargo, la voz de Sabure le transmite seguridad.
Finalmente se decide, toma una de sus pocas flechas, y se prepara para disparar, mandando todo su poder restante a este último tiro. -¡Lo hago por la tribu! ¡No desperdiciaré este tiro! Dicho eso, lanza la flecha, siendo empujada ligeramente hacia atrás. -[Por favor, no mueras. Ryohan.]
Ryohan ve como la flecha atraviesa las corrientes. Con toda la fuerza que tiene, logra poner su mandoble frente a él y espera el impacto de la flecha.
-Vamos. Sabure mira con atención al igual que Dona, y todos se quedan perplejos al ver y escuchar como la flecha impacto casi en la punta de la espada.
Ryohan logró reaccionar y sujeto la punta de su espada para soportar el impacto de la flecha. -¡Urg! ¡Por…poco! [Sabía que la espada resistiría, pero aun así es increíble lo fuerte que es. Debo concentrarme para no desviarme hacia abajo] ¡Aaah! Empieza a emanar un aura rojiza y cambia la dirección hacia arriba.
-¡No crean que me engañarán con ese truco de traición tan mal echo! El rey comienza a levantarse, dispuesto a dispararle a Ryohan una de sus bolas de veneno.
-Creo que. Galat mira a Sabure -¡Ya es el momento! Con toda su fuerza, lanza su ataque con toda la energía que acumulo. -¡Por todos mis compañeros caídos! Por su mente, pasan los rostros de los miembros caídos de su tribu, finalizando con Ratsha, lo cual hace sonreír a Galat.
El ataque logra impactar y cortar algunas partes de la cola y muchas de las patas, incluso llego a dañar la zona media del cuerpo. Esto provoca un gran dolor en el rey, quien se termina ahogando con sus propios fluidos, al desarmarlos por gritar.
-Bien hecho…. ¡Papá! Sabure reacciona y decide saltar al combate, saltando hacia la parte que se elevó, que aunque no fue cortada, sufrió un daño considerable.
La fuerza de la flecha al fin empieza a bajar y Ryohan logra desviarla hacia el rey, quedando clavada en su pectoral derecho. Ryohan empieza a cargar su poder, preparándose para atacar. Al mismo tiempo, Sabure también empieza a cargar energía. Él no lo sabía, pero estaba creando una zona gravitatoria con la forma de un pilar, que también estaba comenzando a afectar a Ryohan y al rey.
En este momento, los tres empezaban a sentirse más pesados. Sabure logra clavar su lanza en el cuerpo del rey; aunque era el lado más blando de su cuerpo, el corte de Galat realmente estaba ayudando bastante para hacer impacto.
Ryohan llegó a quedar muy cerca del rey, el cual, trato de atraparlo en sus mandíbulas. Ryohan alzó con dificultad su espada y estaba listo para golpear al rey con ella, pero este trató de hacer que la suelte; en ese momento, Sabure uso todo el poder que podía hundir con gran impacto su lanza en el cuerpo del rey, haciendo más fuerte su zona de gravedad para empujar con más fuerza las armas en el cuerpo de aquel insecto.
-I…. ¡Imposible! ¡Detente!
-¡Ya es muy tarde! La espada de Ryohan brilla con fuerza y se hunde en su enemigo. Ryohan resiste con fuerza el aumento de gravedad y empieza a liberar el poder reunido en la espada.
Este golpe logra empujar al rey, quien hace lo posible por resistir, pero empieza a ceder, ya que la parte más próxima hacia su torso estaba recibiendo un gran daño, imposibilitando sus capacidades de levantarse.
Por fin el rey cede y empieza a desplomarse hacia el piso.
Sabure empieza a aplicar más peso sobre su lanza. -Puedo incrementar la gravedad sobre mí y mi lanza al mismo tiempo que lo hago en el ¡Con esto puedo derrotarte! ¡Aaaah! Empieza a penetrar más profundo su ataque.
-¡Vamos! Ryohan aprovecha este aumento de gravedad para fortalecer su ataque.
-¡D…de ninguna…manera! Por la mente del rey pasan los momentos que lo llevaron a esta situación. Su hambre de poder lo llevo por un camino peligroso y, a sus últimos momentos de vida.
-¡Blood….Geyser! Con ese nuevo ataque el rey finalmente termina con el cuerpo largo destrozado y estampándose contra el suelo, hundiéndolo en un gran hoyo y generando un estruendo del que todos se cubren.
En la distancia, la dueña de aquella voz que aterrorizó al rey observaba la situación.
-Vaya, aunque fue por un invitado inesperado, la tribu logró acabar con él. Bueno, lo importante es que produjo huevos de calidad. Gira su cabeza y mira los huevos. -Supongo que dos docenas serán suficientes, es hora de volver; gracias por tu esfuerzo “rey”. Se despide lanzando un beso al aire.
Finalmente la cortina se despeja y todos se van acercando. Ryohan usa su espada como un bastón y Sabure hace un gran esfuerzo por ponerse de pie, se mira sus garras por un momento, notando que están destrozadas.
-Ey. Sabure. Galat se va acercando con dificultad. -Lo lograste muchacho, en verdad. Je, je.
-No papá, lo logramos. Dice mirando a su alrededor  a su gente, notando a una agotada Dona, quien se sujeta su brazo, por todo el esfuerzo que puso y Sabure le sonríe.
-….Sabure. Logra decir y cae de rodillas, preocupando a todos y entonces levanta su cara, de la cual empiezan a brotar grandes líneas de lágrimas. -¡Lo hicieron! ¡Finalmente lograron detener a los ciempiés! ¡Lograron evitar que hubiera más víctimas! ¡Y estás vivo! ¡Estás aquí, sigues vivo! ¡Aaaah!
Sabure y Ryohan la miran con preocupación, mientras los demás comparten las ganas de llorar de Dona.
-Dona. La mira con una sonrisa cansada y entonces escucha unas arcadas.
-M…malditas bestias. El rey ciempiés se encuentra destrozado y gravemente herido, pero con una gran furia. -No crean que es el fin. Yo y mis bebes no dejaremos a ninguno de ustedes con vida ¡Una vez, ugh, me recuperé! Iré directo por ustedes ¡Empezando por los asquerosos lobos!
Ryohan se acerca a mirarlo, mientras el rey se retuerce y desangra, él lo ve con una gran tristeza en los ojos, llamando la atención de Sabure.
-¿Esta era en verdad la única solución que había? Todos miran a Ryohan con duda y murmuran; entonces, Galat pone su mano en el hombro de Ryohan, quien lo mira con duda.
-Él no solo daño a la tribu, devastó estas tierras. Hicimos lo que teníamos que hacer para sobrevivir; ahora, debemos terminar con esto. Dice levantando la hoja de su brazo.
Ryohan aparta la vista por un momento, y entonces alza su espada, mirando a Sabure para que el haga lo mismo.
-N...no, deténganse…. ¡No se atrevan!
El joven y los dos lobos alzan sus armas, y con sus últimas fuerzas, le dan el golpe final al rey ciempiés, quien, poco a poco, siente su vida desvanecerse, hasta que las últimas de sus patas quedan inmóviles.
Esto provoca un grito de euforia entre todos y Sabure quiere unirse, pero termina cayendo de rodillas, cediendo a su cansancio y sus heridas.
-Ah, ah, nunca…había estado tan cansado antes, es como si me hubieran quitado toda mi energía. Su armadura comienza a brillar levemente y se desvanece hasta volver a ser el emblema. -¿Qué? El collar.
-Es el poder del emblema, se convierte en un equipamiento que aumenta mucho tus poderes. Mientras habla, el mismo proceso ocurre en su ropa, volviendo a tener lo que vestía. -No sé muy bien cómo funciona, solo sé que…ah. Cae de rodillas y todos  se preocupan.
-¡Ryohan!
-Oye, muchacho. Debes resistir. Galat se acerca y escucha el rugido de su estómago, lo que lo hace soltar una leve risa.
-Ah….use mucho poder….tengo mucha hambre.
Todos lo miran con una expresión de burla y agradecimiento. En eso, Dona lo ayuda levantarse poniendo el brazo de Ryohan en su cuello, lo que hace que Ryohan se asombre.
-Es lo mínimo que puedo hacer por ti, en la aldea te podrán tratar mejor. Tiene una sonrisa calma y llena de gratitud hacia Ryohan.
-….De acuerdo. Gracias Dona.
-Bien, ahora que terminamos. Sabure está siendo sujetado por varios miembros de la tribu. -Volvamos a la aldea y comamos.
Todos empiezan a vitorear sus palabras, Ryohan le sonríe y luego se sorprende al ver como todos recogen unos cuantos restos de los ciempiés.
-Es lo que tenemos al alcance para comer, también será una forma de venganza. Dona mira con seriedad la situación, sin percatarse de que Ryohan la mira con nerviosismo.
Luego de una larga caminata, llegaron a la aldea, donde empezaron a tratar a los heridos. Era un milagro que no hubiera muertos, aunque si había heridos de gravedad; Ryohan mira esta situación con tristeza, hasta que siente como alguien toca su espalda, era Sabure.
-Alégrate, las heridas se curan, y por suerte no hay que llorar ninguna muerte. Al decir esto, le empiezan a brillar los ojos, recordando a su madre. -En serio, te agradezco todo lo que hiciste.
-No lo hice solo, todos ayudaron mucho, no hace falta que me agradezcas. Ah, yo estoy bien, mejor traten a Sabure y a los demás. Dijo, apuntando a Sabure, ya que algunos miembros de la tribu querían curar sus heridas.
-No tienes que avergonzarte, también necesitas tratamiento.
-No es necesario, yo tengo la habilidad de regenerarme ¿Recuerdas?
-Ah, sí, es cierto ¡Ha, ha, ha! Que útil debe ser eso.
En lo que ellos hablaban, empezaron a traer la comida, al principio Ryohan se alegra, pero recuerda que se comerán a los ciempiés y siente algunas nauseas.
-Que bien, en verdad se ve delicioso. Sabure agarraba un tipo de entrada y se la mete completa en la boca.
Ryohan ve como todos se esfuerzan por comer los ciempiés, aunque con lo felices que están por liberarse de ellos, parece no importarles. Y con el hambre que Ryohan sentía en ese momento, sabía que no era hora de ser quisquilloso.
-Como dijo mi maestro, debo aprovechar cuando tenga comida. Cierra los ojos y empieza a comer. Aunque su sabor era muy amargo, el esfuerzo que pusieron para prepararlo lo hacían tolerable.
-Ha, ha, ha. Eh de reconocerlo muchacho, no pareces un guerrero, pero eres capaz de todo. Peleas con los ciempiés, te los comes, puedes darle pelea a Sabure; Eres imparable. Decía Galat, mientras se sentaba junto a los chicos.
-No fue para tanto, todos hicieron su parte en esto, señor. Ambos lobos le palmean la espalda. Provocándole un poco de dolor en algunas heridas.
-¡Nunca había escuchado que alguien llamara así a papá! ¡Qué maduro!
-Oye ¿Me estás diciendo viejo, muchacho?
Dona observaba como ambos lobos se reían y arrinconaban a Ryohan entre ellos. Esto le generó una gran sonrisa mientras miraba hacia el cielo.
-[Lo lograron Señora Ratsha, ahora podrá descansar.]
Esa noche fue para recordar, todos se reían mientras comían y bailaban alrededor de fuego, hasta los más heridos compensaban su, en ese momento, poca movilidad, con gritos eufóricos. Otros, entre ellos el jefe y su hijo, pensaban en cuál sería el rumbo de la tribu de ahora en adelante.
Ya eran las tres de la tarde del día siguiente, Ryohan despertó gracias a los ruidos que hacían todos en la tribu. Se levantó un poco apresurado, temiendo que estuvieran bajo ataque otra vez. Al salir de la tienda, le llamo la atención un extraño objeto que estaban arrastrando.
-Eso es ¿Un vehículo?
-Son las alas del amanecer. Sabure se acercó a Ryohan. -Son un tipo de transporte impulsado por viento, alguien nos enseñó a construirlos hace mucho tiempo, antes de que mi abuelo naciera. Los construimos con árboles que conseguíamos más allá de las llanuras. Sabure lleva a Ryohan a donde hay más de esos veleros terrestres. -Decidimos que buscaríamos una nueva tierra para vivir. Esta quedó muy devastada, y tardará años en recuperarse. Por eso iremos a donde vive una tribu rival, para que nos dejen tener un territorio. Sabure frunce el ceño después de decir lo último.
-No es la mejor idea, pero por ahora, es lo mejor que podemos hacer. Galat se acerca a ellos.
-Ya veo, espero y puedan llegar a un acuerdo con esa otra tribu.
-La tribu garra nocturna no es fácil de tratar, pero ya nos las arreglaremos. Sabure le sonríe a Ryohan.
-Disculpa que te hallamos despertado con el ruido. Pero no podíamos, mejor dicho, no queríamos esperar, si nos quedamos aquí, no tardaremos en quedarnos sin agua y comida.
-No se preocupen, yo con gusto los hubiera ayudado.
-Ya has hecho mucho. Este es nuestro proyecto, no íbamos a molestarte con trabajo que no te corresponde.
-Gracias por la consideración. Supongo. Ryohan le extiende la mano a Sabure. -Que ya debemos despedirnos. Sabure mira la mano de Ryohan.
                                                                                    
Continuara...

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